Fuente: La verdad.net
Por Jorge Arturo Martínez Barrientos
Recientemente se celebró el Día Internacional de la Libertad de
Prensa, estamos en vísperas del Día de la Libertad de Expresión, es el
momento de marcar la pauta, reflexionar y autocriticar lo que está bien o
mal, lo que se puede o no se puede, lo que se debe o no se debe hacer.
Es grato que se haya reconocido a
Marcela Turati (Proceso) con su participación en el evento alusivo en la
Organización Para las Naciones Unidos (ONU), desde luego la
condecoración a la que se hizo acreedora por parte de Francia a Carmen
Aristegui; pero no es grato las agresiones contra periodistas que siguen
dándose dentro o fuera de su propio centro de trabajo.
Fue Francia, en tiempos de Nicolas Sarkozy, quien dio el ejemplo al
comprender la crisis por la que pasaba la prensa en ese país, aumentó la
compra de publicidad de su gobierno a empresas de comunicación, sin
condicionar la línea editorial de las mismas; prefirió perder la
elección que perder los consorcios que generan miles de empleos para
beneficio de familias enteras.
No pasó lo mismo en España, donde El
País -periódico decano del periodismo- despidió a muchos empleados en
época reciente, incluso el mundialmente conocido The New York Times tuvo
que aceptar la inyección de dinero que hizo el magnate mexicano Carlos
Slim para salvarse de la quiebra.
Acá suceden dos cosas, por un lado los
empresarios lidian contra la crisis económica, en parte por la
utilización más rápida y barata del internet por parte de sus lectores
que ahora ya no lo son, y por otro los periodistas que sufren aún más
porque en muchos casos las condiciones de trabajo son peores cada vez
más, lo cual, sumado a la inseguridad, vaya que es adversidad.
Por eso no debemos ser indiferentes
con el cierre del Momento de San Luís capital, que pasó del papel solo a
la web, dejando, contra su voluntad, a varios compañeros en el
desamparo, junto a sus familias.
Más allá de sus errores que debe
corregir el equipo de Don Ramón Cervantes, debe tener el respaldo de la
comunidad, por el solo hecho de reducir el porcentaje de bienestar
familiar con que se proyectó su reapertura.
No debe pasar lo que ocurrió con el
cierre de Notislp, de Raymundo Aquino, portal de noticias de
Tamazunchale, que dejó desinformados al instante a muchos con su
desaparición.
La guerra no debe ser más ente
empleados y empresarios de la comunicación, como ocurrió en El Mañana de
Valles que, dirigido por Pascual Oyarvide exitosamente, publicó a
muchos compañeros en sus páginas calificándolos de malas personas, o
bien cuando los directores del diario en mención se golpearon contra Zu
Noticia, de Genario Zuviri, atacándose mutuamente en sus páginas.
Si nos atacamos entre nosotros mismos,
como cuando en Pulso se redactó la “Operación Zacahuil”, tratando de
evidenciar a un comunicador huasteco, la acción tendrá una reacción, y
la violencia, como ya se sabe, genera violencia.
“Nosotros que trabajamos en
Guadalajara o México corremos peligro, pero no tanto como el que
reportea en La Huasteca o hasta en la capital de San Luís, están
desprotegidos”…expresó Julio Hernández, columnista de La Jornada en la
capital del país y director de La Jornada San Luís.
Y efectivamente, si no nos protegemos
nosotros nadie lo hará, la guerra contra las dificultades naturales de
la profesión no la ganaremos si seguimos cada quien por su lado, con
odio, discriminación, envidia y agresión pero sobre todo indiferencia,
practiquemos los valores mas no los antivalores.
No debemos ser espectadores del ‘Caso
Veracruz’, tras la muerte de Regina Martínez; tampoco debemos quedarnos
quietos, como cuando un compañero de La Orquesta cayó en manos de
policías, que le quitaron la cámara por cubrir una nota; tampoco cuando
vemos a un compañero que saluda con la mano extendida en lugar de
hacerlo de lado.
Hay que hacer lo mismo o más, tal como
sucedió cuando a Omar Niño (Close-Up) lo intentó sacar de una rueda de
prensa, por crítico, el entonces vocero del Gobierno del Estado Juan
Antonio Hernández Varela, o como en el caso de “Polo” Pacheco (Plano
Informativo), cuando la hoy ex directora de la Policía Ministerial del
Estado de apellido Hurtado Barrera lo insultó en Congreso del Estado.
Debemos ser incluyentes, no
excluyentes, todos, empresarios, periodistas y comunidad en general,
como sucedió en el reciente Taller de Autoprotección a Periodistas,
organizado por el Colegio de Periodistas de San Luís, dirigido, entre
otros, por Enrique Padrón.
Motivos para unirnos y ganarle la
lucha a la inseguridad y a la crisis económica sobran: la familia,
México, nosotros mismos, pero sobre todo para dejarle un futuro mejor a
los que vienen detrás.
Estamos condenados a crecer en el
marco de un deber ser, profesionalizarnos, corregirnos, pero sobre todo
crecer en unidad; solo hay que aceptar esa condena y ejecutarla como lo
hicieron Jesús Blancoornelas, Manuel Buendía, Carlos Septién, “El Gato
Félix” o Regina Martínez, entre otros más que están arriba.